Después de una operación, el collar isabelino se hace imprescindible para que nuestras mascotas no se laman las heridas. Pero generalmente a éstos no les gusta este collar. Hemos preparado una selección con las caras más graciosas de perros y gatos, muchos de ellos mostrando que no están nada contentos, además de collares “customizados” por sus dueños para darles un toque divertido.
No hay mascota que sea feliz con este collar, porque no son capaces de comprender que es bueno para ellos. Pero los dueños muchas veces somos “malvados”, y decoramos los collares o les hacemos fotos en estos momentos tan ingratos porque la verdad es que están graciosísimos.
Gracias al blog de Fino por esta colección de fotos tan divertidas en las que hay imágenes para partirse de la risa. El collar isabelino puede transformarse en nave espacial, puede hacer que un gato sea Batman, o puede incluso ponerle bigote o sombrero a nuestra mascota. Aunque he de reconocer que la que más me gusta es la que han convertido en un Martini. ¡No le faltan al pobre perro ni las aceitunas!
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