Todos nos sentimos atraídos por este pequeño roedor que suele habitar en los bosques, pero que también ha sabido adaptarse a la perfección a la vida con los humanos, pudiéndosela encontrar en algunos parques de las zonas en las que habita comúnmente. La simpatía que las personas tienen hacia estos animales ha hecho que también se sientan protegidos y sean protagonistas de muchos dibujos animados e incluso películas. Prefieren ante todo los lugares más cálidos, aunque en el momento que llega el mal tiempo y el invierno hibernan hasta que vuelva a aparecer el buen tiempo con la primavera. Existen más de 500 especies pero las que más destacan son la ardilla roja, o la ardilla coreana.
Para saber más de cómo viven las ardillas, qué es lo que comen y cualquier otra información que te resulte de utilidad, hemos preparado unas secciones que te ayudarán a conocer más a las ardillas.
Tabla de contenidos
Tamaño: 6 – 30 cm
Clase: Mamíferos
Orden: Roedores
Nombre científico: Sciurus vulgaris
Número de especies: 500
Peso: 16 gramos – 1,3 kilogramos
Longevidad: 3 – 10años
Alimentación: Omnívora
Dieta: Insectos, frutos, pequeños reptiles
Reproducción: vivípara
Distribución: Todo el planeta excepto Australia
Período de gestación: 28 – 44 días
Origen: Hace millones de años
Las ardillas en general forman una familia que se llama Sciuridae. Una de las características que más gusta de las ardillas es su cola, esta es esponjosa y con muchos pelos, pudiendo llegar a medir según el tipo y la especie de la que hablemos, más de 25 centímetros de largo. Las colas de estos animales también es una de las características que deben entrar en la descripción de las ardillas, puesto que es otro de sus elementos clave. Esta le sirve no solo para estabilizarse mientras se mueve, sino también le ayuda a nadar mejor o incluso a controlar el rumbo de un salto que dé de un árbol a otro.
El cuerpo de estos roedores tiene un tamaño medio de 30 cm, siendo animales delgados, y con mucha habilidad. El color el pelo es rojo o cobrizo, llegando algunas a mezclarse con tonalidades de marrón. Las orejas son puntiagudas y en ocasiones puede llegar a surgirle de estas puntas algunos pelillos. Sus patas posteriores son muy fuertes, que le ayudan a saltar a los arboles cuando se encuentra en el suelo recolectando frutos caídos o semillas. Al igual que todos los roedores tienen unos incisivos de mayor tamaño que utilizan para roer. Estos animales necesitan estar constantemente mordisqueando ya que sus dientes nunca paran de crecer, pudiendo ocasionarle problemas graves tanto de respiración como también de alimentación, puesto que no pueden masticar bien el alimento.
Al igual que muchos roedores, puede apoyarse sobre las dos patas traseras para mientras manipular cualquier objeto o alimento con las delanteras, como es el caso cuando comen. Sus extremidades terminan en uñas lo suficientemente afiladas como para poder sujetarse a los arboles fácilmente y escalarlos hasta su hogar. También son grandes nadadoras, pudiendo cruzar muy rápido un río con el fin de encontrar alimento al otro lado. Otras, como la ardilla voladora tiene la capacidad de planear de un árbol a otro.
A la ardilla le gusta vivir en los árboles.
El lugar en el que vive suele ser los bosques coníferos, en donde encuentra con mayor rapidez alimentos. Puede vérsele generalmente en todo el mundo, aunque según la especie que queramos observar, se encontrará en uno u otro lugar en mayor o menor proporción. Son animales que les gustan las temperaturas cálidas, evitando siempre que pueden los inviernos muy fríos, aunque se adaptan bien y recolectan alimento para conseguir hibernar.
Estos roedores prefieren moverse en la luz del día que en la noche. Cuando el Sol empieza a salir, yéndose los posibles depredadores nocturnos, aprovecha para inspeccionar el terreno cerca de su hogar para luego lentamente ir ampliando el territorio en el que se mueven.
Son bastante cautelosos y al mínimo ruido se quedan paralizados escuchando de donde viene, corriendo si hace falta hasta su madriguera, también es muy común para estas especies emitir sonidos agudos para avisar al resto de miembros de la familia o de la especie para que se escondan ya que hay peligros cerca de ellos. Si ocurre el caso que el depredador se encuentra entre el nido y la ardilla, habiendo en este cachorros, en ocasiones la madre va a hacer que el depredador vaya detrás suya, con el fin de mantener oculto su madriguera.
Siempre estamos acostumbrados a ver alimentándose a las ardillas de cacahuetes o bellotas, debido a la acción que tiene sobre nosotros la televisión y sobre todo los personajes animados con los que relacionamos a estos animales. Sin embargo su alimentación es muy variada y te sorprenderá saber que las ardillas son omnívoras, es decir, que comen tanto frutos, como también otros seres vivos.
Por norma general, las ardillas van a recolectar frutos por el día, evitando salir en horario nocturno, aprovechando cuando el Sol se esconde para meterse en sus madrigueras y escondrijos. Es en estos lugares donde la ardilla va a guardar todo lo que ha ido consiguiendo para comer, devorándolo cuando le haga falta. En su dieta también se va a incluir insectos de todos los tamaños, huevos, tanto de aves como de reptiles y por último aves pequeñas que pueda cazar al vuelo.
Las ardillas voladoras entran dentro de las excepciones de ardillas que tienen su actividad a la luz del día. Estas ardillas son nocturnas, algo que puede apreciarse mirando sus grandes ojos, como todo animal que se mueve en la noche. La actividad de las voladores es idéntica al resto de su familia, pero haciéndolo cuando el Sol esta puesto.
Cuando las ardillas tienen poca opción a alimentarse, también van a recurrir a semillas o cortezas de los árboles, aunque dado que no tienen mucho valor nutritivo, recurren a estas como última opción.
Las ardillas son omnivoras, comen de todo.
El ciclo reproductivo de las ardillas comienza a la par que empieza la primavera, es decir, cuando el frío empieza a irse y empieza el alimento nuevamente a abundar. Las hembras suelen tener dos camadas de 3 o cuatro crías en el transcurso de un año, aunque se dan casos de ardillas que pueden llegar a tener hasta 6.
El tiempo que tardan en gestar es de aproximadamente 40 días. En el momento del nacimiento, los cachorros no ven nada, ni tampoco escuchan, e igualmente no tienen nada de pelo, siendo muy habitual que mueran algunos en menos de una semana. Poco a poco y pasado el mes ya las crías van teniendo más aspectos de ardilla joven, con todos sus dientes, pudiéndose alimentar de otros alimentos que no sea la leche materna.
Las ardillas suelen tener una o dos camadas al año
Cuando el alimento escasea puede ocurrir que la etapa de celo no se presente, por lo que durante un mayor tiempo la hembra no quede embarazada ni busque compañero. Esta es una especie en el que la ardilla líder, que será un macho, será el encargado de reproducirse con la hembra en celo.
Las ardillas actualmente no se encuentran en peligro de extinción debido a la facilidad de adaptación que tienen al medio, aunque al igual que muchas personas adoran y aman a estos animales llegando incluso a domesticarla como es el caso de la ardilla coreana, hay otros que no les agrada, poniendo venenos, trampas o matándolas cuando se encuentran con ella. Por otro lado, su facilidad de reproducirse ayuda a que la especie perdure.
Existen muchos factores por los que las ardillas pueden morir. La primera de ellas, pero aunque no más habitual es por muerte natural. Su esperanza de vida sin enfermedades ni muertes por depredadores puede llegar a una media de 6 a 7 años, aunque se ha comprobado que una ardilla que se ha tenido en cautividad, con toda la vigilancia de sus cuidadores, evitando enfermedades y con una alimentación saludable ha doblado este número y han llegado a vivir más de 10 años con facilidad.
Sin embargo, esto no es lo habitual en estado salvaje, puesto que las ardillas entran en el menú principal de muchos depredadores. Por un lado se encuentran las serpientes, que atacan las madrigueras devorando todo lo que encuentran dentro de ellas. También son atacadas en el exterior, aunque estas deben ser muy rápidas puesto que las ardillas se mueven con habilidad y suelen escapar con vida.
Los cambios de clima también van a afectar a la esperanza de vida de las ardillas, puesto que son muy proclives a resfriarse, llegando a tener neumonía, muriendo en menos de una semana. Por este motivo, el invierno se convierte en una prueba letal para ellas, ya que han tenido que coger fuerzas, alimentarse bien y haber creado una madriguera resistente para evitar morir por estos cambios. ¿Quieres saber más sobre otros animales? Mira nuestra enciclopedia animal.
Documental gracioso sobre las ardillas.
También te interesará:
Send this to friend