La jirafa somalí, también conocida como jirafa Somalia o jirafa reticulada, dado el patrón característico de sus manchas, es un animal maravilloso y muy popular en los zoológicos y parques naturales en todo el planeta. No obstante, existen muchos aspectos que quizás desconozcas de este animal y que te presentamos en la siguiente guía. ¿Sabías que la jirafa somalí puede llegar a embriagarse? ¿Conocías que los patrones en su cuerpo son como las huellas dactilares de los humanos? ¿Quieres saber por qué poseen un cuello tan alargado? Aquí puedes encontrar esta y otras informaciones curiosas.
Tabla de contenidos
Clase: Mamíferos
Familia: Giraffidae
Alimentación: Herbívora
Peso: 1180 – 1930 kg
Período de gestación: 400 – 468 días
Número de crías: 1
Madurez sexual: A partir de los 4 años
Longevidad: 10 – 15 años
Distribución: África oriental
Hábitat: Sabanas
Estado de conservación: Riesgo bajo
Reproducción: Vivípara
El nombre científico de la jirafa somalí es Giraffa camelopardalis reticulata, y es una de las subespecies de jirafa más populares que existen en los zoológicos. Posee un pelaje conformado por manchas poligonales que se asemejan a la forma y el color del hígado, y entre cada una de estas manchas existen líneas de color blanco que le dan un aspecto muy peculiar. Otra de las características de la jirafa somalí es que, generalmente, son más pequeñas en tamaño y peso que otras subespecies de jirafa.
Su velocidad promedio es de unos 56 km/h, y sorprendentemente, su corazón puede llegar a medir más de 11 kilogramos. Cuando se inclinan para beber agua, una serie de válvulas en su sistema circulatorio evita que la sangre se acumule en su cuello y cabeza. A pesar de lo que pueda suponerse, el largo cuello de la jirafa Somalí se compone solamente de 7 vertebras, al igual que en los humanos.
A continuación, puedes encontrar más información sobre la jirafa somalí.
Como su nombre indica, las jirafas somalíes habitan en gran parte de Somalia, en la región oriental del continente africano. No obstante, también pueden ser encontradas al norte en Kenia, y al sur en la región de Etiopía. El hábitat de las jirafas somalíes incluye los parques naturales y cotos de caza, y aunque en el pasado habitaban las sabanas abiertas y las áreas boscosas, hoy en día es muy difícil avistarlas en estado salvaje.
Para comprender de qué se alimenta la jirafa somalí, debemos conocer que son animales herbívoros, aunque se ha logrado comprobar que pueden alimentarse de los restos de animales muertos, como por ejemplo, los antílopes. Los científicos aún continúan tratando de dar explicación a este hecho, ya que incluso ha ocurrido en zonas donde la vegetación y la disponibilidad de comida es abundante. De manera general, la alimentación de las jirafas somalíes se basa en pequeñas ramas, cortezas y hojas de los árboles, especialmente de la acacia. Una jirafa somalí en estado adulto puede llegar a consumir hasta 34 kg de alimentos al día, y se conoce que, cuando se alimentan de los frutos de la marula, pueden caer en un estado de embriaguez, muchas veces peligroso para su propia salud.
La reproducción de la jirafa somalí comienza a partir de los cinco años de edad para el caso de las hembras, pues los machos no comienzan hasta los ocho. Para poder aparearse, los machos deberán desarrollarse lo suficiente como para rivalizar con los adultos más fuertes y poder copular a la hembra. El período de gestación tarda entre 15 o 16 meses aproximadamente, y la época de reproducción puede ocurrir en cualquier época del año, aunque generalmente, se produce en la época lluviosa, dado que existe una mayor disponibilidad de alimentos. Ahora que sabemos cómo se reproduce la jirafa somalí, debemos añadir además que la cría del nuevo miembro de la familia implica la participación de todos los miembros del grupo, los cuales protegerán y apoyarán a la madre.
Las jirafas somalíes son animales gregarios, y viven en grupos de entre 10 y 15 ejemplares. Con frecuencia, se les puede ver acompañadas de aves, las cuales mantienen el pelaje de la jirafa libre de moscas y parásitos. Su carácter nómada les hace mantenerse en movimiento constantemente, sobre todo cuando se trata de encontrar nuevas fuentes de alimentos. La jirafa somalí se agrupa de acuerdo a su sexo, y rara vez logra verse un macho con una hembra, excepto cuando se aparean. Con respecto a otras especies, la jirafa somalí es bastante tolerante, mientras estos animales no supongan un riesgo para su existencia o la de sus crías.
Existe el consenso generalizado de que las jirafas somalíes han desarrollado sus largos cuellos para alcanzar los alimentos más altos y jugosos de los árboles. Esta teoría fue propuesta por Charles Darwin hace muchos años, pero una segunda teoría ha tomado fuerza recientemente, y es que, para poder aparearse con la hembra, los machos necesitan rivalizar entre ellos, y solo aquellos que posean un cuello más fuerte y desarrollado podrán salir victoriosos. Este enfrentamiento se conoce como “estrangulamiento”.
La jirafa somalí, en parte gracias a su considerable tamaño, no posee grandes depredadores en la naturaleza. Excepto cuando se encuentran durmiendo o bebiendo agua, estos animales son prácticamente invulnerables. Los ejemplares más jóvenes y lentos, son el principal objetivo de leones y cocodrilos. Aun así, la caza furtiva y la cotización de su cabello y su piel, hacen que la jirafa somalí encuentre en el hombre la principal causa de su reducido número. Actualmente, se estima que existen solo unos cientos de ejemplares de jirafa somalí en estado salvaje, una cifra que parece empeorar cada vez más.
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