Cómo obtienen sus colores las mariposas, es un proceso que se estudia con fascinación por científicos de todo el mundo. La coloración de las alas ha alcanzado en estos insectos una increíble especialización, que los ha convertido en los seres vivos con la mayor diversidad de patrones coloridos.
Morfológicamente la superficie de las alas de una mariposa, está recubierta de unas diminutas escamas de colores. La combinación de estas pequeñísimas escamas que miden entre 70 y 250 micras, es lo que produce los bellos motivos coloridos que admiramos en sus alas. Además de las polillas que también son llamadas mariposas nocturnas, ningún otro insecto posee este apéndice en sus alas.
Los colores les dan ciertas ventajas a las mariposas, en algunos casos los usan para atraer a sus parejas potenciales y en otras como protección contra los depredadores.
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Los colores de las mariposas tanto diurnas como nocturnas pueden ser de dos tipos: pigmentarios y estructurales. Los colores que provienen de pigmentos se deben a algunos productos químicos como la melanina y corresponden generalmente a los tonos blancos, grises, marrones, amarillos, rojos y naranjas.
Por su parte los colores estructurales se deben a la interferencia, difracción o dispersión de la luz sobre las escamas. Esto modifica las propiedades ópticas y la manera en que se perciben los colores. En este grupo encontramos las mariposas de colores azules, verdes, iridiscentes y metálicos.
Cada especie tiene un patrón único de coloración, lo que permite distinguirla. Hay especies de mariposas en que se produce un dicromatismo sexual por lo que el color es diferente en función del sexo, de esta manera se realiza una distinción entre la hembra y el macho. Estas variaciones a veces no son perceptibles para el ojo humano, solo para los lepidópteros, como sucede con la especie conocida como blanquita de la col (Pieris rapae).
Existen mariposas que poseen colores que le brindan la posibilidad de mezclarse en un entorno y pasar desapercibidas. Esta coloración se conoce como críptica y se usa para despistar a los depredadores o amenazas potenciales.
A veces sucede que la cara superior del ala es de un color brillante, mientras que la inferior es de colores crípticos. Así que cuando estas mariposas no quieren destacar demasiado aprovechan esta ventaja, cierran sus alas y ocultan sus colores, lo que las hace más difíciles de ver.
En el reino animal usualmente los colores intensos significan “¡soy venenoso!”. Es por eso que algunas mariposas poseen colores brillantes como auténticos semáforos, como manera de advertir a los depredadores de que son venenosas. Un buen ejemplo son las conocidas mariposas monarcas, que en su fase adulta exhiben los colores negro y naranja. Estas mariposas tienen un componente tóxico en sus escamas ya que en la fase de oruga se alimentan de las hojas del árbol de algodoncillo.
Algunas especies también poseen un patrón de dibujo similar a unos ojos, que son conocidos como ocelos. Esta es una coloración estructural debida a la reflexión de la luz en una burbuja que contiene la escama. Los ocelos también les sirven de forma defensiva a las mariposas, ya que con las alas abiertas ahuyentan a las aves que intentan comérselas.
También existen las mariposas que imitan o copian los colores y patrones de otras mariposas venenosas, para así intentar engañar a sus depredadores. Este mecanismo es bastante efectivo ya que los depredadores han aprendido a evitarlas. Un ejemplo de esto es la mariposa virrey, que imita las marcas de color naranja y negro de la mariposa monarca.
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