Sorprenden por su imponente aspecto, asombran por la combinación de los colores en su cuerpo, y llaman nuestra atención por sus excelentes habilidades adaptativas. En efecto, las iguanas del desierto son animales excepcionales, miembros destacados de la familia de las iguanas, y muy populares como mascotas exóticas.
Estos lagartos son capaces de cambiar el color de su cuerpo para afrontar las duras temperaturas donde viven, pueden perder su cola si es necesario, e incluso, tienen la habilidad de inflar su cuerpo para defenderse de sus enemigos. Pero eso no es todo lo sorprendente de la iguana del desierto. Continúa leyendo.
Tabla de contenidos
Orden: Squamata
Familia: Iguanidae
Género: Dipsosaurus
Peso promedio: 69.5 gramos
Longitud: 33.02 – 40.64 cm
Longitud de la cola: 49 – 60 cm
Reproducción: Ovípara
Número de huevos: 3 – 8
Madurez sexual: 31 – 33 meses
Apareamiento: Mayo a junio
Longevidad: 7 – 14 años
Alimentación: Omnívora
Distribución: Estados Unidos y México
Hábitat: Sabanas y regiones desérticas
El nombre científico de la iguana del desierto es Dipsosaurus dorsalis, pues pertenece al género de los dipsosaurios dentro del interesante mundo de las iguanas. El nombre “dorsalis” hace referencia a su enorme cola, capaz de rebasar la longitud total de su cuerpo. Las características de la iguana del desierto hacen que sea un animal muy singular, su cuerpo es robusto y redondeado con una coloración entre gris y marrón claro, con patrones reticulados a lo largo de su espalda.
Además, estos lagartos poseen una hilera de escamas en la parte posterior de su cuerpo, que combinan hermosamente con rayas verticales negras en su cola. La iguana del desierto también posee grandes cavidades auriculares, extremidades bien formadas y glándulas de olor que utilizan para marcar su territorio.
A continuación, puedes encontrar más información sobre la iguana del desierto.
Las iguanas del desierto habitan en los desiertos de Mojave y Sonora, algunas islas del Golfo de California, y en menor número, también habitan al sur del estado de Nevada, Arizona, Utah y Baja California en los Estados Unidos. En la región nororiental de México, también existe una gran concentración de estos lagartos.
El hábitat de las iguanas del desierto, como su nombre lo indica, se encuentra caracterizado por regiones desérticas, lechos rocosos, bosques tropicales y zonas áridas y subtropicales. Su habilidad adaptativa les permite a estos animales soportar altas temperaturas, superiores a los 50 grados de temperatura.
Habitualmente, las iguanas del desierto construyen sus propias madrigueras, aunque pueden utilizar las de otros animales como los zorros kit, el ratón canguro y la tortuga del desierto.
Para comprender de qué se alimenta la iguana del desierto, debemos conocer que son animales omnívoros, ya que consumen mayormente hojas de los árboles (folívoros), pero también numerosas especies de insectos. La disponibilidad de alimentos, así como la estación del año, condicionan la dieta de estos animales.
La alimentación de las iguanas del desierto se basa en los brotes, flores y hojas de una gran variedad de plantas perennes. Estos alimentos representan el 90% de su dieta, aunque también consumen pequeños artrópodos como grillos y orugas. No obstante, su alimento favorito son las flores amarillas de la planta Diente de León.
La reproducción de la iguana del desierto comienza en la primavera y continúa durante parte del verano. Estos animales son de tipo ovíparos, y usualmente, depositan sus huevos al finalizar el verano. Las hembras, generalmente, conciben un solo huevo por temporada, el cual enterrarán en el suelo y cubrirán con tierra o pequeñas hojas.
Tras la puesta, la hembra abandonará el nido, por lo que las crías deberán valerse por sí mismas desde que nacen. Ahora que sabemos cómo se reproduce la iguana del desierto, debemos añadir además que estos animales alcanzan su madurez sexual alrededor de los 32 meses de edad, y curiosamente, cuando dos ejemplares se aparean, su estómago se torna de un color rosa pálido.
Las iguanas del desierto, al igual que la gran mayoría de los lagartos, son especies diurnas. Pueden tolerar las altas temperaturas (una adaptación que les permite mantenerse alejadas de sus depredadores), y generalmente, hibernan por largo tiempo.
Durante el día, las iguanas del desierto toman el sol para regular su temperatura, tras lo cual procederán a buscar alimentos. Se conoce además que estos animales poseen una gran velocidad, y en ocasiones pueden adoptar una postura bípeda durante su desplazamiento.
Las iguanas del desierto son animales extremadamente territoriales, siendo muy agresivos entre los ejemplares del sexo masculino. Una cualidad muy peculiar que poseen es la de inflar su cuerpo, especialmente cuando se guarecen en sus madrigueras para que los depredadores no puedan acceder a ellas.
Desert Iguana – Iguana del desierto (Dipsosaurus dorsalis)
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