Definitivamente, son animales impresionantes. Los casi dos metros de longitud que pueden alcanzar las iguanas verdes, unido a la muestra de colores tan hermosa que exhiben en sus cuerpos, la hacen uno de los lagartos más populares y queridos por el ser humano. Sin embargo, las iguanas verdes guardan también otras sorpresas para quien decide estudiarlas, y por eso, queremos ofrecerte una guía completa sobre sus hábitos de vida y sus principales características.
¿Sabías que pueden cambiar sus colores de acuerdo al lugar donde habitan? ¿No resulta impresionante el hecho de que pueden desprenderse de su cola para escapar de los depredadores? Esto es apenas el comienzo de todo lo que puedes aprender a lo largo de estas líneas. ¡Sigue leyendo!
Tabla de contenidos
Orden: Squamata
Familia: Iguanidae
Género: Iguana
Peso: 4 – 8 kg
Longitud: 1.5 – 2 metros
Reproducción: Ovípara
Número de huevos: 10 – 30
Período de gestación: 59 – 84 días
Madurez sexual: 2.5 – 5 años
Longevidad: 8 – 15 años
Alimentación: Omnívora
Hábitat: Regiones tropicales
Distribución: Centroamérica y América del Sur
El nombre científico de la iguana verde es Iguana iguana, aunque popularmente se le conoce como “iguana común” o simplemente “iguana”. Al nacer, la longitud de estos lagartos es de unos 17 a 25 cm, y en tan sólo tres años de vida ya habrán alcanzado un kilogramo de peso. Por otra parte, aunque se les conoce como iguanas verdes, estos lagartos pueden mostrar una amplia variedad de colores. Los ejemplares adultos pueden mostrar tonalidades entre verde y marrón, una cualidad que varía de acuerdo a la temperatura, la región donde habitan, el estado de salud, e incluso, su estado de ánimo.
Sin duda alguna, las características de la iguana verde hacen que sea un animal muy singular. Durante el día, el color verde oscuro de su cuerpo les permite absorber con mayor eficacia la luz del sol, mientras que, cuando la temperatura es más elevada, se tornarán de un verde más claro para aliviar el intenso calor. Al mismo tiempo, las iguanas de mayor jerarquía poseen un color más oscuro que el resto, y si se encuentran en época de reproducción, adoptarán una coloración entre naranja y amarillo oscuro.
Otra característica notable de esta especie es la papada que poseen bajo su garganta, además de una cresta dorsal compuesta por espinas dermales que recorren su cuello hasta la base de la cola. Estas extensiones óseas le permiten defenderse de sus depredadores, al tiempo que absorben y disipan el calor corporal.
Resulta asombroso además el hecho de que las iguanas verdes poseen, en la región superior de su cráneo, una especie de ojo parietal, que, si bien no se considera un órgano de visión, sí les permite determinar la energía solar y advertir, de manera muy primitiva, a los depredadores que se acercan desde atrás.
A continuación, puedes encontrar más información sobre la iguana verde.
Las iguanas verdes habitan en la región central y sur del continente americano, desde Veracruz (México) hasta el Trópico de Capricornio en Paraguay y al sureste de Brasil. Este lagarto “gigante” también habita en numerosas islas de la región caribeña, y en la costa este del Pacífico. En los Estados Unidos, las iguanas verdes han sido introducidas en la Florida y Hawái.
El hábitat de las iguanas verdes se caracteriza por las altas temperaturas, y de manera general, estos lagartos habitan en las ramas de los árboles. Mientras los ejemplares más jóvenes se establecen en zonas medias, los adultos residen en las ramas más altas de los árboles. Este rasgo les permite estar en mayor contacto con la luz del sol, y raras veces descienden al suelo, excepto en la temporada de lluvia, o cuando la hembra busca un lugar seguro para depositar sus huevos.
Aunque las iguanas verdes son especies arbóreas, pueden adaptarse con facilidad a las praderas y regiones abiertas. En cualquier caso, lo más importante para ellas es contar con una fuente de agua cercana, ya que además de ser muy buenas nadadoras, utilizan el medio acuático para escapar de sus depredadores.
Para comprender de qué se alimenta la iguana verde, debemos conocer que son animales herbívoros, y como tal, basan su dieta en una amplia variedad de plantas. No obstante, las fuentes de comida para este reptil, incluyen también a una serie de insectos como aporte nutricional extra, especialmente en los ejemplares más jóvenes.
Para suplir la falta de vitaminas y minerales, las jóvenes iguanas también pueden alimentarse de las heces fecales de los miembros más adultos y desarrollados (coprófagos). La alimentación de las iguanas verdes se basa principalmente en hojas, frutas, brotes y flores de las plantas que crecen en su hábitat. Para mantener su cuerpo hidratado, la iguana verde aprovecha el agua de lluvia, aunque también pueden obtener el agua de las frutas que ingieren.
La reproducción de la iguana verde toma lugar durante la temporada otoñal, y transcurre durante un período de dos semanas. Para lograr aparearse, los machos deben recurrir a una serie de estrategias con tal de ganarse la aprobación de la hembra. Por ejemplo, mientras más vívidos e intensos sean los colores de su cuerpo, más probabilidades tendrá el macho de aparearse.
Al mismo tiempo, estos ejemplares adoptar una serie de gestos característicos, como sacudir su cabeza, menear su cuerpo de arriba hacia abajo, o bien, desplegar su papada roja. En el ámbito de cómo se reproduce la iguana verde, debemos conocer además que los machos pueden mostrar una actitud extremadamente agresiva, y como parte del ritual de apareamiento, podrían incluso morder algunas partes del cuerpo de la hembra.
El período de gestación para la iguana verde es de unos dos meses, durante los cuales la hembra buscará un nido adecuado para depositar sus huevos, generalmente entre 12 y 30 por cada temporada. Tras la eclosión de los huevos, las crías deberán aprender a valerse por sí mismas, ya que su madre no estará presente.
En la naturaleza, la mayoría de los enfrentamientos entre las iguanas verdes se produce a la hora de tomar el sol. Aunque la disponibilidad de alimentos es generalmente aceptable, no sucede así con algunas áreas privilegiadas de los árboles donde es mayor la luz solar. No obstante, durante la etapa de apareamiento, también pueden desatarse intensos combates entre los machos, aunque las lesiones entre ejemplares son poco frecuentes. Si la hembra no encuentra un lugar adecuado para depositar sus huevos, también podrá adoptar una postura agresiva.
Por otra parte, es interesante conocer que las iguanas verdes pueden viajar distancias considerables en su migración, especialmente cuando la hembra deposita sus huevos en un lugar seguro y regresa a su hábitat. Este hecho hace también que el grado de dispersión de la iguana verde aumente. Por lo general, las iguanas verdes son animales sociales, aunque muy territoriales.
Además, resulta curioso que las iguanas verdes, al verse intimidadas o en peligro, acostumbren a quedarse totalmente inmóviles, o bien, decidan huir para esconderse. Como la gran mayoría de los lagartos, las iguanas verdes pueden desprenderse de su cola para escapar o confundir a sus depredadores. Con el tiempo, estos lagartos desarrollarán una nueva cola, aunque será de menor tamaño.
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