Pertenece a una familia numerosa de más de 1200 especies, pero sus características son únicas y especiales. El eslizón ibérico, aunque relacionado con numerosas creencias populares que lo tildan de peligroso o poco amigable, es en realidad un animal muy peculiar y digno de conocer.
Muy pocas personas tienen la suerte de encontrarse con un eslizón ibérico, ya que son animales escurridizos y tímidos, y aunque a primera vista pueden parecer una simple serpiente, te damos a continuación todos los datos sobre sus características y hábitos de vida, para que puedas identificarlos y conocerlos un poco más.
Tabla de contenidos
Suborden: Lacertilia
Infraorden: Scincomorpha
Familia: Scincidae
Longitud: 12 – 35 cm
Longevidad: 7 – 9 años
Peso: 6 – 10 gramos
Reproducción: Ovovivípara
Alimentación: Carnívora
Dieta: Insectívora
Número de crías: 1 – 6
Período de gestación: 2 – 3 meses
Hábitat: Península Ibérica
Distribución: Zonas rocosas y suelos arenosos
El nombre científico del eslizón ibérico es Chalcides bedriagai, y es un lagarto de tamaño medio, con un cuerpo cilíndrico, corto y grueso. Además, el eslizón ibérico posee escamas brillantes a lo largo de su cuerpo. Su coloración es amarilla, y en ocasiones marrón u olivácea, además de que puede ser identificado por una serie de bandas oscuras horizontales que recorren su espalda. El vientre de este lagarto es de color blanco o gris.
Por otra parte, existen otras características del eslizón ibérico que lo hacen un animal muy peculiar. Por ejemplo, resulta sorprendente el hecho de que sus extremidades sean tan pequeñas, dando el aspecto general de una serpiente. Además, su cabeza no se encuentra delimitada con el resto del cuerpo, su hocico se muestra ligeramente achatado, y la cola es una continuación de su tórax. El eslizón ibérico posee cinco dedos en sus extremidades.
A continuación, puedes encontrar más información sobre el eslizón ibérico.
Los eslizones ibéricos habitan, como su nombre lo indica, en prácticamente toda la Península Ibérica, excepto en la región cantábrica. La mayor población de estos lagartos la encontramos en el levante mediterráneo, aunque también se observa una concentración importante en algunos sistemas montañosos como los sistemas Béticos, y las sierras Central y Morena. En Cataluña, el eslizón ibérico se halla en la zona del delta del Ebro, y en zonas insulares como los islotes del Mar Menor (Murcia) o la isla de Nueva Tabarca (Alicante). El hábitat de los eslizones ibéricos se compone de paisajes con abundancia vegetal, así como regiones rocosas y suelos arenosos.
Para comprender de qué se alimenta el eslizón ibérico, debemos conocer que son animales carnívoros, con una dieta principalmente insectívora. No obstante, este lagarto no posee un régimen especializado de alimentos, si bien cualquier animal con el tamaño indicado puede convertirse en una presa fácil para él. De manera general, la alimentación del eslizón ibérico se compone frecuentemente de moluscos, lombrices, larvas, arañas e insectos. Para encontrar comida, este lagarto tiende a hurgar bajo las piedras, pues es el refugio que emplean algunos animales para sofocar el intenso calor del Mediterráneo.
La reproducción del eslizón ibérico es de tipo ovovivípara. Se conoce que un 50% de la familia de los eslizones ibéricos practican este tipo de reproducción, pero en el caso de nuestro lagarto, se ha llegado a comprobar que se debe a una característica evolutiva. Cada año, la primavera coincide con la etapa de reproducción para el eslizón ibérico.
Los ejemplares del sexo masculino son altamente territoriales, y pueden entablar largas disputas por ganarse la aprobación de la hembra (de hecho, muchos ejemplares pueden incluso perder su cola). Para conocer un poco más sobre cómo se reproduce el eslizón ibérico, debemos añadir que, tras la cópula, el período de gestación toma dos meses, una etapa durante la cual, la hembra se mostrará más receptiva a la luz del Sol, con tal de mantener a sus crías en perfecto estado.
Casi al finalizar el verano, las nuevas crías saldrán a la luz midiendo unos 10 cm de largo, y al cabo de tres años, habrán alcanzado su madurez sexual para continuar reproduciéndose.
Su carácter huidizo y esquivo, hacen del eslizón ibérico un animal difícil de estudiar para los herpetólogos. Aun así, se sabe que estos lagartos se desplazan con bastante agilidad, a pesar de sus extremidades tan cortas. Similar a las serpientes, el eslizón ibérico se desplaza de manera ondulante, aunque puede utilizar sus patas ocasionalmente.
Este lagarto posee además hábitos mayormente diurnos. En las primeras horas del día, calentarán su cuerpo bajo el sol, aunque también pueden aprovecharse de los suelos y piedras calientes que encuentran en su hábitat. A la caída de la tarde, o durante el invierno, los eslizones ibéricos tienden a ocultarse en las piedras o en guaridas bajo la tierra.
Eslizón ibérico (Chalcides bedriagai)
Eslizón tridáctilo ibérico (Chalcides striatus) ¿Serpiente o lagarto?
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