La chuckwalla, chacahuala, o iguana del desierto, es un verdadero coloso dentro del interesante mundo de los lagartos. Aun así, y a pesar de su intimidante aspecto o su tamaño, estos animales son completamente inofensivos. ¿Conocías que la chuckwalla es capaz de cambiar el color de su cuerpo de acuerdo a su estado de ánimo? ¿Sabías que se alimentan de la energía del sol para poder realizar sus actividades? Estos y otros datos interesantes los podrás encontrar en las siguientes líneas. No te lo pierdas.
Tabla de contenidos
Familia: Iguanidae
Género: Sauromalus
Longitud: 40 centímetros
Longitud al nacer: 7 – 10 cm
Peso: 900 libras
Alimentación: Herbívora
Período de hibernación: Octubre a Marzo
Reproducción: Ovípara
Madurez sexual: 3 – 4 años
Número de huevos: 3 – 8
Longevidad en estado salvaje: 15 años
Longevidad en cautiverio: 25 años
Número de especies: 5
Hábitat: Áreas rocosas y desérticas
Distribución: Oeste de los Estados Unidos y Norte de México
El nombre científico de la chuckwalla es Sauromalus (del latín “sauro” que significa lagarto, y “omalus” que significa plano). Hoy en día se han identificado cinco especies dentro del género, siendo la más popular la chuckwalla norteña (Sauromalus ater).
Las características de la chuckwalla hacen que sea un animal muy singular, pues su aspecto nos recuerda al de un dinosaurio, y en efecto, se trata de animales muy robustos, con el abdomen cercano al suelo y cuyo color varía dependiendo del sexo, la edad y la región donde habiten.
Por ejemplo, en los adultos machos, la cabeza, los hombros y la región pélvica, son de un color típicamente oscuro, mientras que la región intermedia de su cuerpo y la cola son de color marrón claro, y en ocasiones, salpicado con pequeñas motas de marrón oscuro.
Por su parte, los ejemplares adultos del sexo femenino poseen un color más claro, con manchas oscuras y de color rojo. Los individuos más jóvenes poseen siete o nueve bandas a lo largo de su cuerpo de color rojo, amarillo, rosado y naranja, las cuales les permiten camuflarse con el entorno, aunque tienden a desaparecer a medida que envejecen.
Por otra parte, las chuckwallas poseen pequeños pliegues de piel alrededor de su cuello y hombros, y la cola puede llegar a medir de 27 a 45 cm. Con respecto a otros lagartos, la chuckwalla es el segundo más grande de todos los Estados Unidos, solo superado por el monstruo de Gila.
A continuación, puedes encontrar más información sobre la chuckwalla.
Las chuckwallas habitan al oeste de los Estados Unidos, específicamente en los desiertos de Colorado, Mojave y Sonora. Al mismo tiempo, estos inmensos lagartos también pueden encontrarse al norte de México, California, Nevada, Utah y Arizona.
En cada una de estas regiones, la chuckwalla común es bastante frecuente, aunque en la Isla de San Esteban en el Golfo de California, también habita la chuckwalla más grande de todas, la Sauromalus varius, mientras que el Sauromalus hispidus (chuckwalla espinosa), es propio de la Bahía de Santa Mónica, en Los Ángeles.
De manera general, el hábitat de las chuckwallas se caracteriza por ser árido y extremadamente cálido. Del mismo modo, estos lagartos disfrutan de las áreas rocosas y desérticas.
Para comprender de qué se alimenta la chuckwalla, debemos conocer que son animales herbívoros y pueden llegar a consumir una amplia variedad de plantas. Durante ciertas etapas del año, la chuckwalla se alimenta de las plantas y frutas disponibles en su hábitat, y en algunas ocasiones, se les ha podido ver consumiendo pequeños insectos que encuentran entre la vegetación.
Generalmente, la chuckwalla se alimenta en las primeras horas de la mañana, reservando el resto del día para tomar la luz del Sol. La alimentación de las chuckwallas se basa en el consumo de flores, brotes, tallos, hojas y frutas, siendo su alimento favorito la fruta de los cactus espinosos y sus flores amarillas.
La reproducción de la chuckwalla toma lugar entre los meses de abril a julio, dado la gran disponibilidad de alimentos que encuentra en la naturaleza. El macho, atraído por el olor que la hembra segrega en sus glándulas, deberá rivalizar con otros machos para ganarse su favor.
Tras el apareamiento, la hembra deberá encontrar un lugar para crear su nido, eligiendo los lugares más cálidos donde depositar los huevos y mantenerlo a salvo de los depredadores. Posteriormente, los huevos son depositados en el nido, donde permanecerán durante todo un mes hasta el momento de la eclosión.
Una particularidad acerca de cómo se reproduce la chuckwallas, es que las jóvenes crías deberán volverse totalmente independientes una vez que han abandonado la comodidad del cascarón, ya que su madre los abandonará tan pronto como ha concluido la puesta. Generalmente, la hembra deposita entre 5 y 16 huevos por cada puesta.
La chuckwalla es, por lo general, un animal extremadamente territorial, sobre todo entre los ejemplares del sexo masculino. El aroma desprendido a través de sus glándulas, les permite a estos lagartos marcar su territorio, aunque cuando sienten la proximidad de un depredador, optarán por refugiarse entre las rocas.
Con respecto a la hibernación de la chuckwalla, esta toma lugar entre los meses de octubre a febrero, aunque puede variar dependiendo de la región donde habiten. Para hibernar, estos animales disminuirán sus funciones corporales y metabolismo para no verse afectado por las bajas temperaturas.
Habitualmente, las chuckwallas prefieren elevaciones superiores a los 1200 metros sobre el nivel del mar para habitar. Por otra parte, y a pesar de las condiciones extremas de su hábitat, estos lagartos tienen como principales depredadores al coyote, la serpiente de cascabel, el cernícalo americano y el gavilán de cola roja.
Durante el día, la chuckwalla acostumbra a recibir la luz solar hasta alcanzar entre 37 y 40 grados de temperatura, tras lo cual procederá a buscar alimentos.
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