Para los que apenas se inician en el mundo de la acuariofilia, siempre es común que se enfrenten a la inquietud sobre qué especies serían las ideales para integrar el pequeño universo acuático que se han propuesto crear.
Teniendo en cuenta lo anterior, nos hemos dado a la tarea de confeccionar una lista con las especies de peces tropicales que menos cuidados requerirán por nuestra parte, y que por lo tanto, nos permitirán introducirnos poco a poco en este apasionante arte. No obstante deberás prestar especial atención a ciertas cuestiones vitales para asegurar el desarrollo saludable de nuestros nuevos amigos.
Tabla de contenidos
En primer lugar, resulta indispensable proveer nuestra pecera con una temperatura específica. Para los ejemplos que listamos en este artículo, y en caso que no se indique lo contrario, bastará con mantener el sistema entre los 20 y 23 grados. En cuanto al pH del agua, los peces tropicales requieren una media entre 5.5 y 8. Como recomendación final, deberás estar al tanto sobre la compatibilidad entre las especies que elijas, pues algunos peces pueden mantener una actitud agresiva o territorial ante otras especies.
Cualquier duda que presentes, puedes apoyarte en la experiencia de otras personas, o buscar información especializada en nuestro artículo de cuidados de la pecera. Te deseamos buena suerte.
Te mostramos una lista de los peces tropicales, según su nombre común.
A Amarillo eléctrico Ángel Arlequin Azul EléctricoB Barbo 5 Bandas Barbo Rosado Besador Rosa Betta MachoC Cebra Ciclido Zebra Colisa Lalia Colisa Roja Come Alga Convicto D E G | J Jack DempseyM Molly Negro Molly de Velo MonjaN Neon Neon Negro O P R S T |
Los aulonocaras son peces muy distintivos por sus llamativos colores. Sin duda, elegir esta especie para nuestra pecera, nos aportará una vistosidad única. Por si fuera poco, estos ejemplares son muy fáciles de cuidar, y como omnívoros al fin, solo necesitarás alimentarlos con escamas, sticks o comida congelada. Generalmente, los aulonocaras no sobrepasan los 14 cm, por lo que una pecera de 120 litros de agua será más que suficiente.
Pertenecientes al orden de los perciformes, los laberíntidos son peces cuyo nombre responde a la presencia de un órgano especial en su interior, llamado laberinto, a través del cual pueden tomar el oxígeno directamente del aire. Por lo general, se trata de una especie serena aunque territorial con los de su propia clase, razón por la cual no se recomienda poseer más de un ejemplar en cada pecera. En otros aspectos, los laberíntidos requerirán una temperatura entre 15 y 30 grados.
Destaca sus colores y las rayas de sus escamas.
Un pez originario de las costas de Malasia, Indonesia y Java, el kuhli suele ser un pez de cuerpo alargado y achatado en los laterales, con franjas negras a lo largo y un tamaño que no sobrepasa los 12 centímetros de longitud. Sus características omnívoras nos permiten nutrirlo con sticks, productos congelados y alimentos secos en general. Se recomienda además cubrir el suelo de la pecera con gravilla fina, de modo que pueda penetrar en ella y descansar.
Un pH neutro y un suelo cubierto de plantas para su descanso, es todo lo que necesitas para abrigar una especie tan popular como atractiva. En efecto, los Guppy representan quizás la especie más demandada entre los principiantes por su fácil cuidado. La temperatura de la pecera deberá permanece entre los 22 y 26 grados y su volumen no debe estar por debajo de los 65 litros. Puedes también balancear su dieta con escamas secas y alimentos vegetales, como las espinacas.
Para el pez arco iris sobran los elogios: coloridos, sociables y que pocas atenciones requieren por nuestra parte. Aunque no suele exceder los 12 cm de largo, necesita de espacios amplios para nadar, pues se trata de una especie muy activa. Además, es recomendable la cría conjunta de no menos de seis ejemplares. Para resaltar al máximo sus colores tan vivos, necesitarás contar con un medio neutro en pH (7) y un sistema de oxigenación adecuado.
Provenientes de América del Sur y parte de África, los cíclidos son especies omnívoras muy adaptables, y que suelen permanecer en pareja por espacio de varios años. En este sentido, conviene presta atención a los ciclos reproductivos de esta especie, pues son peces muy prolíficos, cuya ovulación puede ser controlada a través de la temperatura del sistema. Algunos ejemplares pueden presentar problemas de compatibilidad con el resto de las especies.
Aunque gozan de gran popularidad en la comunidad acuariofila, los cíclidos africanos requieren de ciertos aspectos como las peceras con gran volumen de agua, debido a su marcado carácter territorial, lo que a su vez, puede solucionarse manteniendo una proporción de tres hembras por cada macho. Se recomienda además prestar atención a sus hábitos de reproducción. Similarmente, se deberá procurar un entorno oxigenado, con aguas alcalinas y abundante presencia de vegetación y rocas.
Dentro de los cíclidos sudamericanos, podemos encontrar los populares escalares brasileños, de forma aplanada y con aletas prominentes que le confieren gran elegancia. Por otra parte, el Disco, es un ejemplar que requiere de lugares tranquilos y la presencia de plantas en nuestra pecera. En sentido general, estos peces no presentan grandes dimensiones y poseen una gran adaptabilidad, llegando a convivir pacíficamente con otras especies dentro de un mismo sistema.
Característico por su cola de espada, de la cual toma su nombre, el xipho es un ejemplar muy sencillo de cuidar. Por lo general, suelen ignorar el resto de las especies, aunque, cuando existen pocas hembras, adopta una actitud territorial que puede solucionarse manteniendo una proporción de tres hembras por cada ejemplar macho. La temperatura del sistema deberá estar entre los 20 y 28 grados, y en términos de volumen, se recomienda una pecera que rebase los 70 litros de capacidad.
Los tetras son peces muy pequeños (apenas alcanzan los 5 centímetros), por lo que podrán convivir sin dificultades en peceras pequeñas de hasta 25 litros. El tetra neón o el tetra cardinal, son ejemplares que gozan de gran popularidad entre los entusiastas de la acuariofilia. Sus desplazamientos en cardumen y sus sugerentes colores, avivarán nuestra pecera con alegría, aunque para ello debemos mantener una iluminación moderada y una temperatura no mayor a los 27 grados.
El neón tetra es uno de los más populares en esta especie.
La tateurdina se nutre de alimentos congelados y escamas. Es una especie perteneciente al orden de los perciformes y provienen de regiones tan alejadas como el continente australiano. Afortunadamente, mantener estas especies tan vistosas es algo muy sencillo: bastarán unos 20 litros de agua con pH neutro y una temperatura entre 24 y 26 grados. Sus colores variados hacen de estos peces una especie muy apreciada.
Este integrante de la familia cipriniforme no podía faltar en nuestra lista. Pequeños (6-7 cm), glotones y muy activos, los barbos pueden ser adquiridos con facilidad en cualquier tienda y formar parte de nuestra pecera sin necesidad de cuidados específicos. Quizás, el único aspecto a considerar es precisamente su agresividad contra otras especies, algo que puede solucionarse fácilmente manteniendo una proporción de más de siete individuos por cada sistema.
El término Bagres, responde a la característica, en cierta forma obesa o aceitosa que presentan estos animales. La diversidad de estos ejemplares (puede presentar varios tamaños y colores) queda repartida en un grupo de 30 familias y más de 2000 especies. Pueden ser predadores o carnívoros, aunque en cualquiera de los casos, el Bagres resultará idóneo para nuestra pecera, pues se alimenta de restos de alimentos y algas que pueden contaminar nuestro sistema.
Originarios de América del Sur y algunas regiones africanas, los carácidos requieren de agua oxigenada y espacios amplios para desplazarse cómodamente. El rango de ejemplares varía desde vegetarianos pacíficos hasta predadores tan extremos como las populares pirañas. El tetra neón, es un ejemplo de belleza y vistosidad dentro de esta especie, característico por la línea brillante que recorre su cuerpo en sentido horizontal. Otros ejemplares, como el Pez Lápiz, poseen un cuerpo alargado y delgado de color oscuro.
Pueden ser tanto herbívoros como carnívoros, según la especie.
Pertenecientes al orden de los cipriniformes, los cobítidos, o lochas, como se les conoce vulgarmente, es una especie reservada a entusiastas acérrimos de la acuariofília, pues su comportamiento, reservado y discreto, les caracteriza por permanecer ocultos entre las rocas del acuario. Sin embargo, ante variaciones de presión, modifican su comportamiento ligeramente (su vejiga cambia de tamaño y acuden a la superficie a tomar aire), razón por la cual, se considera que son capaces de vaticinar los cambios meteorológicos.
Una especie en peligro de extinción y con rasgos tan peculiares, que le han dotado de un aire místico en el mundo de la acuariofília. Reciben el sobrenombre de peces de la lluvia, por estar ligados estrechamente a este fenómeno atmosférico. Como parte del proceso evolutivo, han logrado desarrollar una habilidad que les permite enterrar sus huevos en la tierra húmeda hasta la llegada de la temporada fluvial. Por lo general, son ejemplares muy territoriales, y se alimentan de insectos como mosquitos y larvas.
Muy frecuentes en la desembocadura de los ríos, los peces de agua salobre requieren de un equilibrio salino muy preciso, por lo que son algo difíciles de mantener y se recomienda asesoramiento profesional. En general, la pecera deberá poseer un pH entre 1.8 y 8.2, con una densidad entre 1.003 y 1.007. Además podemos ornamentar con rocas y arenas de sílice que no afecten la salinidad del agua. El pez de cristal o el pez globo, son algunos de los bellos ejemplares que podemos encontrar en este orden.
Vídeo con los mejores peces tropicales de pecera.
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