Los lobos tibetanos son conocidos también como los lobos chinos o los lobos del Himalaya. Son una especie muy similar a la que podemos encontrarnos en Europa, pero cuenta con algunas diferencias como por ejemplo el tamaño. Para conocer más sobre este fantástico animal, te aconsejamos que sigas leyendo para aprender toda la información del lobo tibetano.
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Una de las características que hace posible la diferenciación entre el lobo tibetano con el europeo es su tamaño, puesto que este último tiene unas dimensiones mayores, tanto de longitud como de altura. En el caso del tibetano, o también conocido bajo el nombre de lobo chino, o del Himalaya, cuenta con una longitud de unos 165 cm, siendo en el caso de las hembras mucho menor, algo que también ocurre en su altura, con unos escasos 76 cm. Respecto al peso se encuentra muy bien repartido por su cuerpo, teniendo 32 kilos los ejemplares de mayor tamaño. La estructura anatómica de este lobo es muy parecida a la de su primo europeo, con una gran cabeza, ojos que denotan una gran inteligencia, y un hocico alargado y muy delgado. La diferencia radica en las extremidades que son algo más cortas pero también más delgadas.
La coloración del pelaje va a cambiar según la estación del año en la que se encuentren, algo que les ayuda a camuflarse mejor con el entorno, consiguiendo de esta manera mejores presas. Los colores más habituales serán el gris, negro, marrón, amarillo y blanco.
Los lobos chinos suelen vivir en pequeñas manadas que rara vez superan los 8 miembros. Su territorio es enorme, cubriendo grandes kilómetros, y aunque se suelan introducir en el territorio de otros lobos de la misma especie, no llega a darse peleas ni se muestran agresivos, tan solo atacarán cuando vean que no se sienten bien defendidos. Es muy común encontrarse de vez en cuando manadas de lobos himalayos juntos con los indios, siendo dos especies poco agresivas y que por lo tanto, pueden convivir compartiendo territorio hasta cierto punto, ya que en ocasiones demuestran su enfado y el sentirse invadido por medio de aullidos y gruñidos para hacer ver a la otra especie que se aleje.
El hábitat de estos animales se encuentra tal y como podemos intuir por su nombre, muy cerca del Himalaya, pero sin embargo, si territorio también se extenderá por la India, siendo muy habitual localizarlo en Cachemira. Por otro lado, también existen manadas que llevan años asentadas en China y en Mongolia, como también en Nepal.
Debido a su nombre, muchos investigadores daban por sentado que esta especie de lobo, tan solo habitaba en la región del Tíbet, sin embargo, y después de numerosos avistamientos y seguimientos de la especie, se ha constatado que se han ido extendiendo por el resto de países y zonas, en busca de lugares más apacibles para vivir, teniendo estos lobos chinos una adaptabilidad excelente a cualquier terreno.
La alimentación del lobo tibetano se va a centrar en pequeños roedores, como ratones o conejos, pero también pueden dar caza a otros animales de mayor tamaño. Cuando se encuentran solos cazando, no se van a aventurar a atacar animales que pudieran defenderse y salir ellos mismos heridos, haciendo que, en el caso de ir al menos dos o tres miembros de la manada, crear una estrategia para dar muerte a la presa, saliendo todos ganando, aunque en muchas ocasiones el de mayor tamaño es el que se alimentará de la mejor parte.
Aunque no suele darse el caso, debido a la gran variedad de fauna que pueden llegar a encontrar en estas zonas, y sobre todo, a que cuentan con un gran territorio de caza, se les ha visto alimentarse de animales que han sido cazados por otros más grandes, aprovechando lo que queda del cadáver, pero esto ocurre en contadas ocasiones.
Un lobo tibetano alcanza la madurez sexual alrededor de los 2 años, aunque en el caso de la hembra suele producirse algunos meses antes. Es habitual que, cuando un lobo joven va a alcanzar esta maduración, se aleja de la manada que le ha dado protección, buscando su propio territorio, esperando que, en la época de celo, poder encontrar a una pareja con el fin de empezar una nueva manada. Cuando esto ocurre la hembra suele dar a luz una media de 5 cachorros, siendo participes de sus cuidados tanto el macho como la hembra, hasta el momento en el que son autosuficientes y pueden vivir con la manada como un miembro más.
Se ha llegado a pensar que los lobos chinos y los indios han criado juntos, reproduciéndose y formando una nueva especie, pero actualmente no hay indicios de este tipo, puesto que, si se ha dado el caso, no existe diferenciación entre las crías. Algo que es posible que en un futuro llegue a producirse, buscando la supervivencia de la especie.
Los lobos tibetanos se encuentran en peligro de extinción en estado muy crítico, ya que se ha registrado en los últimos años un descenso de los miembros de las manadas, contabilizándose en menos de 400 ejemplares. Este varapalo se intenta subsanar teniendo aparte a una veintena de lobos en zoológicos de la India, que buscan la posibilidad de criarlos en cautividad para después soltarlos en su hábitat natural. Aunque esto está dando resultados, el tiempo que requiere es enorme, ya que en estos sitios suelen ser más tímidos y menos propensos a la cría, por lo que su reproducción suele verse mermada o retardada.
Tampoco ayuda demasiado el saber que la esperanza de vida de estos animales ronda los 7 años, aunque muchos mueren con antelación. En el caso de los ejemplares en cautividad su vida se alarga hasta los 14 o 15 años aproximadamente.
Los programas de crías buscan ante todo el cruce entre las crías que se encuentran en cautividad, para que de esta manera se vaya aumentando el número dentro de las zonas protegidas, un proceso que es muy largo y que suele tardar varios años, pero que está dando resultado.
Gracias a los programas de conservación y concienciación, son muchos los lugareños que ven con buenos ojos a estos lobos, algo poco común en otras regiones, por lo que es raro el caso de un granjero o agricultor que ponga fin a la vida de estos animales.
Tal y como venimos diciendo, la raza originalmente surgió y solo se tuvo datos en la zona del Himalaya, pero poco a poco su territorio se fue extendiendo más y más hasta llegar a Nepal, China y la India. El problema que supuso este aumento de territorio, es que se perdió la pista de los números exactos que había de la especie, aunque como hemos constatado, cada vez se está reduciendo más y más a pesar de las medidas que se están tomando. Es importante recalcar que los programas de conservación y cría están dando sus frutos, pero es necesario una mayor concienciación y trabajo para que esta especie no termine extinguiéndose.
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