La protección de animales en peligro de extinción se ha convertido, y con motivo, en una de las preocupaciones principales de muchas personas, no únicamente de aquellos amantes de los animales, sino también de aquellos que se preocupan por la conservación del medio ambiente y que practican determinados deportes, como puede ser la caza, aunque esto último pueda resultar irónico o incluso controvertido. La protección del lobo ibérico es una de las luchas más importantes de varios ecologistas de un tiempo a esta parte, habiendo sido uno de sus máximos representantes el famoso naturalista Félix Rodríguez de la Fuente, cuya hija, Odile, ha cogido el relevo.
Odile Rodríguez de la Fuente es, como su propio nombre indica y tal como indicábamos más arriba, la hija de Félix Rodríguez de la Fuente. Está licenciada en Ciencias Biológicas y Producción de Cine en Los Ángeles, y actualmente se dedica a la divulgación científica mediante la realización de conferencias relacionadas con la sostenibilidad y el medio ambiente, centrando su mensaje en la importancia de saber vivir en armonía con la naturaleza. Puedes contratar a Odile Rodríguez de la Fuente para tu evento de mano de la agencia MT Consulting.
Félix Rodríguez de la Fuente, padre de Odile y de quien ha tomado sus apellidos, fue un naturalista muy famoso en España, habiéndose hecho tan importante en la historia del país entre otros motivos por haber inculcado una conciencia ecológica en una época en la que dicho concepto todavía no existía o no se había asentado apenas en la población. También de él ha heredado Odile otras habilidades, pues Félix también fue, entre las muchas actividades que llevó a cabo, conferenciante y escritor. Odile Rodríguez de la Fuente es autora del libro Félix: un hombre en la tierra con Geoplaneta y en la actualidad está trabajando en su próximo libro Clima de Cambio, versando este en torno al inminente cambio climático al que estamos haciendo frente.
Entre las temáticas de las conferencias de Odile figuran el propio cambio climático, la relación entre naturaleza y educación, el legado de Félix Rodríguez de la Fuente, el concepto Rewilding, centrado en la importancia de regenerar y restaurar los ecosistemas rotos, la biomímesis, el desarrollo rural y, como no podía ser de otra manera teniendo en cuenta el tema que nos ocupa, la conservación del lobo ibérico.
La conservación del lobo ibérico ha sido motivo de debate durante generaciones debido a los daños que esta especie puede causar sobre la ganadería extensiva, pero como ya vaticinaba el padre de Odile es necesario encontrar un punto de unión, de conciliación, entre la conservación de la especie mientras se evita que estos daños se sigan produciendo. Al igual que su progenitor, Odile es partidaria de dar una solución al conflicto que no implique la abolición, que inevitablemente derivaría en la extinción, del lobo ibérico, defendiendo que se debe encontrar una forma en que la especie se siga expandiendo pero no a costa del mundo rural.
Odile ha escrito varios artículos con respecto a la conservación del lobo ibérico, publicados en diversos medios de relevancia nacional, incidiendo en la necesidad de comprender el contexto en el que el lobo debe expandirse y no ignorando las circunstancias de los territorios en los que esta especie se extiende. El lobo ibérico está actualmente considerado, desde principios de 2021, como una especie en régimen de especial protección según la Comisión Estatal de Patrimonio Natural.
Si bien Odile celebra que el lobo ibérico haya dejado de considerarse una especie cinegética (especies que pueden ser objeto de caza), sí hace hincapié en que es necesario darle a este tema la relevancia que le corresponde y reactivar la estrategia nacional para la conservación de esta especie, y hay que tener en consideración que es el sector rural de los territorios en los que el lobo ibérico se extiende los que pagan las consecuencias de que no se esté realizando una estrategia coherente y controlada de esta extensión, ignorando las necesidades y las preocupaciones del sector rural.
Actualmente la población del lobo ibérico se encuentra en un prospecto positivo, pues han pasado de haber menos de 300 ejemplares en los años setenta a más de 2.500 en la actualidad. Se trata de un logro indiscutible y muy positivo, pero también es necesario que se coja con pinzas, pues no es una cifra desorbitada y debemos continuar con el foco puesto en su conservación. No obstante, y como indica la propia Odile, no debemos desatender otros aspectos de su conservación por tener la mira fija en exclusiva en la extensión de la especie, y aunque es consciente de que es un concepto tabú, sí hace mención al “control letal”, aduciendo que en determinadas circunstancias sí es necesario realizar esta práctica a fin de conciliar en la medida de lo posible la convivencia entre la conservación del lobo ibérico y la permanencia de la ganadería extensiva y tradicional.
En cualquier caso, Odile sí celebra las victorias que se observan relacionadas con este hecho. El que el lobo ibérico haya pasado a considerarse una especie protegida y el innegable incremento de especímenes en la Península en los últimos cincuenta años son motivos de sobra para alegrarse, pero recuerda que no podemos dormirnos en lo laureles y que es necesario establecer una estrategia activa y coherente que proteja ambos bandos.
También te interesará:
Send this to friend
Los lobos tibetanos son conocidos también como los lobos chinos o los lobos del Himalaya. Son una especie muy similar...