Una de las mascotas que más nos van a dejar con la boca abierta son los conejos de Flandes. Esta raza a diferencia de las habituales como los Belier, los Angora o los enanos, pueden llegar a pesar los 20 kilos, en casos extremos, siendo animales que no se acostumbra a tener dentro de casa, sino en campos donde el animal pueda correr y moverse con tranquilidad. Si quieres conocer más datos e información de este “pequeño” te aconsejamos que sigas leyendo.
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Estas mascotas de gran tamaño tienen la peculiaridad de ser muy tranquilas y por lo tanto, no se les va a ver corriendo muy a menudo, siendo más habitual que se muevan para comer, inspeccionar el terreno y poco más. Tampoco son dados a los saltos, puesto que van a sufrir sus articulaciones en el impacto contra el suelo, prefieren quedarse en tierra firme.
Su anatomía es muy similar a la de cualquier conejo común, aunque tiene muchos rasgos que nos recuerdan a las libres, teniendo unas orejas largas, que empiezan siendo muy finas para terminar en con unos bordes redondeados muy amplios. Asombra ver sus grandes patas traseras, con una planta muy alargada. El rabo terminará en pico y generalmente será en parte de color blanco. El morro será alargado y grande, con una fuerte papada inferior, que será más habitual en las hembras que en los machos.
La coloración de su pelaje también nos recordará a las liebres, pues mezcla el marrón con el dorado, el gris y el negro, teniendo el vientre blanco o de un color más clareado. Aunque existen también ejemplares de color negro o incluso blancos, no se ha fomentado mucho su crianza, ya que son pocos los que tienen estos animales como mascotas y por lo tanto, no se le da importancia a su coloración.
Estas mascotas rara vez se encuentran en España o el sur de Europa, siendo un conejo de compañía perfecto en el norte europeo, lugar del que son originarios.
Aunque puedas creer que este gran conejo va a ser muy inquieto, es todo lo contrario, siendo muy dócil, pudiéndose llevar perfectamente con los humanos como también con otros animales de compañía. El único problema que se encuentra es que cuando se juntan dos conejos de la misma especie pueden que no se lleven bien por temas de territorio, aunque en el caso de que hayan convivido desde pequeños, esto no será problema alguno. Es cierto también que alguna que otra vez puede salir algún ejemplar que no le gusten las caricias o que solamente sea el quien vaya a buscar dicho cariño, pero esto será habitualmente cuando el conejo ha sido criado una vez que es mayor y no es muy propenso a relacionarse con los humanos.
Son animales también muy asustadizos, siendo común que en el momento en el que escuchan un golpe o un sonido que no identifican, van a estar atentos a él y si ven que se acerca o ha sido muy fuerte, corren todo lo que pueden a refugiarse en su jaula o en el hueco más escondido de la casa.
Sus movimientos son muy lentos y acompasados nada comparado con el correr y saltar de las especies de conejos más pequeñas, que se pueden llevar todo el día corriendo y saltando sin parar.
Lo principal que va a necesitar el conejo gigante de Flandes es espacio. Si en los conejos comunes que tenemos de mascota esta era una premisa importante, cuando hablamos de estos, se vuelve mucho más importante, ya que con su tamaño, contar con un espacio muy pequeño puede ser un martirio para el animal, por lo que tendrás que optar por las jaulas de mayor tamaño que encuentres en las tiendas de animales, aunque si estas te parecen muy pequeñas, lo que tendrás que mirar son conejeras especiales para campo o incluso aviarios que tendrán unas medidas perfectas para estos animales. También deberás de mirar si las jaulas para otras mascotas pueden servirte como jaulas de perros, puesto que tendrá un tamaño mucho mayor.
Lo importante en estos casos no es que la jaula tenga una estructura vertical, sino todo lo contrario, cuanta mayor longitud tenga mucho mejor, puesto que el animal solamente se pondrá sobre las dos patas traseras en algunas ocasiones, pero sí se estirará y necesitará ocupar el mayor espacio posible.
Cabe destacar que la higiene también es esencial, debiéndolo limpiar cada semana como máximo, evitando que la jaula tenga humedad y muchas heces.
El conejo de Flandes tiene una alimentación muy parecida a la de otras razas, pero con la diferencia que estos van a comer mucho más. Cuando un conejo convencional puede llegar a comer una bolsa de un kilo en una semana o dos, esta mascota podrá comérselo en pocos días, por lo que tendrás que comprar mucha comida para que esté saciado, aunque debes recordar que tampoco va a ser bueno dejarles que se lleven por su apetito voraz, puesto que tienen tendencia a coger mucho peso, siendo muy dañino para sus articulaciones. Según muchos cuidadores y dueños de estas mascotas, una manera de tenerlos sanos y muy fuertes, es darle mucha fruta y verdura al día, pudiendo pastar a sus anchas por el campo. Si esto no es posible, tendrás que suministrarle mucho heno, con tal de que su tránsito intestinal funcione bien, ya que al igual que los conejos normales, suele tener problemas digestivos.
Aunque sean animales muy perezosos, deberás de sacarlos de sus jaulas o lugares donde se encuentren durante al menos una hora, dándoles juego y haciéndoles que anden y se muevan, de esta manera estirarán sus patas y conseguirán quemar todas las calorías que han ingerido al cabo del día.
El agua debe de ser abundante, por lo que los biberones convencionales no van a servir para estos grandes animales, teniendo que tener cuencos. Estos deben de ser cambiados como mínimo a diario, siendo lo más recomendable que en el día se cambien al menos una vez, para constatar que el agua está limpia y fresca.
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